La
comunicación y el ambiente integran un binomio de vital importancia para la
preservación de la vida en el planeta. Si bien es cierto que los investigadores
y ambientalistas luchan por hacer un trabajo en beneficio de colectivos; no
debemos obviar que el papel de la comunicación es fundamental por cuanto es el
área responsable de multiplicar tales esfuerzos, a fin de estimular la
participación de mayor cantidad de personas. En la comunicación masiva se debe
comenzar a visibilizar al ambiente desde la cosmogonía indígena, es decir, como
patrimonio natural y no como “recurso”, lo cual es un punto de vista mercantil
y por ende, capitalista; y además reconocer que el ser humano es parte del
ambiente, descartar la percepción antropocéntrica del ambiente, donde se señala
que el hombre puede servirse del ambiente. En tal sentido, esta línea está
dirigida a investigadores e investigadoras que buscan nuclear o armonizar las
dimensiones ambiente y comunicación, en función de la utilización armónica del
patrimonio natural.
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