El
capitalismo a través de sus trasnacionales incentiva constantemente hábitos alimenticios
inadecuados y autodestructivos mediante la publicidad. Estos hábitos
afectan, principalmente, a los niños y
niñas y tienen gran influencia en los padres quienes ofrecen alimentos
inadecuados a sus hijos convencidos de que es la mejor opción; comida chatarra,
cereales y formulas se ofrecen en sustitución de frutas y leche materna, ésta
ultima desplazada y satanizada en algunos países. La idea es desmontar el
imaginario que existe en torno a prácticas alimentarias que destruyen el cuerpo
humano y favorecen a grandes trasnacionales (productoras de formulas lácteas y
semillas transgénicas) así como a la industria farmacéutica, todas estas
favorecidas por la industria cultural.
En ese sentido, en esta línea de investigación se pueden generar estudios
que pongan al descubierto la intención de estas trasnacionales y su indeleble
vínculo con la industria cultural a
través de las más refinadas técnicas publicitarias, atacar la desinformación
que existe a través de los medios y las redes sociales sobre las practicas
alimentarias autodestructivas y rescatar
el valor de la practica ancestral de amamantamiento como el primer acto de
soberanía alimentaria.
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En este sentido las transnacionales alimentarias valiéndose de la publicidad que sale de la industria cultural financiada por ellos para bombardear a la población de con las más sofisticadas técnicas de control mediante los cuales se inducen a los malos hábitos alimentarios, esto seguirá manteniéndose siempre y cuando los consumidores no se eduquen en tanto como deben alimentarse ya que es más que obvio el daño a la salud que ocasionan estos alimentos ultra refinados, promocionados por las transnacionales, y mientras el consumidor no se eduque y no sea consiente de este daño, las industrias alimentaria y cultural seguirán con su misma campaña sin cesar, ya que, para eso fueron creadas, para vender.cuando los consumidores no se eduquen en tanto como deben alimentarse ya que es mas que obvio el daño a la salud que ocasionan estos alimentos ultrarefinados, promocionados por las transnacionales, y mientras el consumidor no se eduque y no sea conciente de este daño, las industrias alimentaria y cultural seguiran con su misma campaña sin cesar, ya que, para eso fueron creadas, para vender.
ResponderEliminarEducar al consumidor (familia) en practicas alimentarias saludables y responsables con la vida es primordial para poder desmontar el ciclo que nos imponen desde el aparataje capitalista y sus medios. Desmontar el ciclo que existe de enfermedad de la industria alimentaria aliada a las grandes farmacéuticas a nivel mundial en estos momentos sería el mayor reto que tenemos con las generaciones de relevo, crear una consciencia alimentaria saludable, desde las primeras edades y sobre todo no contaminar el sentido del gusto de los bebes con fórmulas lácteas y productos procesados en los primeros años de vida es uno de los objetivos prioritarios que debería tener todo padre en estos días. Mantener una información atractiva y coherente con patrones de crianza que retomen lo natural, la ancestralidad y culturalmente acordes con nuestros orígenes, clima, geografía, en sí con nuestra venezolanidad es vital en estos tiempos de guerra multifactorial. Impulsar la lactancia materna exclusiva es la primera y mejor estrategia que se pueda aplicar en el combate al capitalismo y sus trasnacionales en nuestro país.
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